Baktún Pueblo Maya: última etapa del programa MyP Culturales

Después de dos años de trabajo infatigable, pero animado por innumerables recompensas, una nueva edición del programa de liderazgo juvenil Mediadores y Promotores Culturales está terminando. Se gestó en marzo del mismo año, cuando Baktún Pueblo Maya y la Universidad Intercultural Maya de Quintana Roo (UIMQROO) acordaron implementar este programa con un grupo de universitarios preocupados por el rescate de los saberes, las herencias culturales y el patrimonio natural de las comunidades mayas. Un par de objetivos generales fundaron esta alianza: crear redes de cooperación y liderazgo juvenil en la península de Yucatán, y brindarles a los jóvenes inscritos una serie de habilidades que enriquezcan su desarrollo humano y su futuro laboral.

En este par de años, los participantes han adquirido herramientas tecnológicas y metodologías para documentar saberes locales, conocieron métodos para perfilar proyectos solventes enfocados en la promoción de la cultura y el rescate ambiental, participaron en diversos encuentros con jóvenes de otras instituciones y programas, y formaron grupos de promotores culturales. 

Los otros protagonistas del trayecto

Los promotores culturales son adolescentes de entre 14 y 18 años que, cuando se vincularon al programa, cursaban estudios a nivel bachillerato. Los mediadores los reclutaron en sus comunidades de origen desde el principio del trayecto. Con ellos practicaban sus habilidades de mediación, cumplieron retos lanzados por el equipo de Baktún Pueblo Maya y comenzaron a perfilar sus proyectos de fin de curso. A menudo, el hogar del mediador o de los promotores fungía como sede de las sesiones. La gestión de los grupos fue autónoma, para estimular las habilidades de liderazgo de los participantes, pero los grupos constantemente recibían asesoramiento y observaciones de los coaches de campo y el equipo de Baktún.

En agosto pasado, los promotores completaron su propio ciclo. La ceremonia de graduación sucedió el 15 del mes, en la UIMQROO. Susana Cavazos y Cecilia Ramírez de Baktún Pueblo Maya la inauguraron dando la bienvenida a los asistentes. Tras sus palabras, los equipos tuvieron un momento de reflexión, en el que se abocaron a resignificar su trayecto formativo. Luego se dirigieron a sus stands, repartidos en el patio de la universidad, para presentar a sus invitados los proyectos y productos que concibieron junto a sus mediadores en el curso. Antes de recibir las constancias de acreditación, estrenaron un emotivo video que resumió sus vivencias en la formación. Tras la clausura, compartieron un banquete y bailaron por horas.

La última (o el último) pendiente

Por su parte, los mediadores culturales aún deben acreditar un semestre más de trabajo. Esta etapa se desarrollará entre agosto y noviembre de 2023. En ella terminarán de modelar sus proyectos finales, con los que buscarán solucionar un problema en sus comunidades, a través de la promoción de un tesoro cultural local o el desarrollo de modelos sostenibles de rescate ambiental. Esta entrega culminará una ruta que inició con el programa y que ha constado de los siguientes estratos:

• Identificación de una necesidad comunitaria, en los ámbitos natural y cultural.
• Ideación de un plan para satisfacer esta necesidad.
• Desarrollo de una propuesta de valor acorde con el plan.
• Construcción del prototipo de tal propuesta.
• Validación del prototipo.
• Planeación de un modelo de negocio para atraer inversiones con ayuda del prototipo.
• Concepción de una historia ilustrativa sobre las virtudes del modelo de negocio.
• Presentación breve de dicha historia.

Entre los pasados 25 y el 27 de agosto, los mediadores aprendieron las bases para cumplir con el tercero de los estratos, en el campamento “Tsikbal yéetel meyaj” (“Platiquemos y creemos”), organizado en Casa Palomeque. Allí, los mediadores recibieron una capacitación intensiva sobre prototipos de proyectos con impacto económico, aprendieron sobre el proceso de ideación y modelos de negocio, esbozaron una serie de proyectos ejemplificantes y participaron en un simulacro de recaudación de fondos. Los participantes del programa Lu’umen Lu’omo’on (“Soy la tierra, somos la tierra”), quienes también acampaban en Casa Palomeque, actuaron como inversionistas en el ejercicio. Escucharon los pitches de los mediadores y comentaron sus desempeños.

Ideas innovadoras

Al volver del campamento, los mediadores empezaron a bosquejar los modelos de negocios con los que buscarán llevar un beneficio económico a sus comunidades. Aunque se espera que al menos presenten una maqueta, el objetivo concreto es que el proyecto se ponga en marcha al final del módulo.

Para ello, los mediadores se dividirán en 15 equipos de trabajo. Estos equipos a su vez se agruparán en múltiplos de 3 para recibir la asesoría de uno de los 5 mentores provenientes del Instituto de Mediación Pedagógica DIA, LVI y el equipo de Baktún. Estos son algunos de los proyectos en los que enfocarán sus esfuerzos:

• Talleres de bordado.
• Una lotería con temática maya.
• Un comedor comunitario.
• Un portal para la venta de productos artesanales por internet.
• La fundación de meliponarios.
• Una línea de productos basados en la medicina tradicional maya.
• La organización de experiencias turísticas en la península. 

Charlas Inspiradoras (e inquietantes)

Para estimular la concreción de estos proyectos, el equipo de Baktún Pueblo Maya organizó una serie de Charlas Inspiradoras con profesionales de la conservación ambiental, el periodismo cultural, el marketing, los negocios y el storytelling, vinculados tanto con LVI como con Fundación Haciendas del Mundo Maya y otras instituciones aliadas. La primera de estas charlas tuvo lugar el pasado 18 de septiembre. La protagonizó Mauricio de la Puente ―responsable del programa La Voz de la Selva―, y trató sobre la regeneración en sus diversas, pero confluyentes acepciones. Con esta palabra, Mauricio en general designó todas las acciones que buscan restaurar las redes naturales que “nos permiten relacionarnos con el mundo”. Su charla terminó con una pregunta categórica para los mediadores: ¿Sus proyectos contribuyen de alguna manera a la regeneración?

Varios mediadores han explicado en qué medida esta primera charla les ha ayudado a extender el horizonte de sus proyectos. Por ejemplo, los miembros del grupo que planean abrir un comedor comunitario se cuestionaron el nivel de empatía que su proyecto tendrá con su comunidad. Estas son algunas de las preguntas que se han planteado tras la sesión: ¿Estamos cuidando que nuestro menú respete la cultura gastronómica de la comunidad? ¿Se preparará con ingredientes y procedimientos locales? ¿Será sensible a las expectativas culinarias de la región?

El último esfuerzo antes de poder llamarse Mediadores

Este camino de formación está a punto de cristalizarse gracias a la participación de diferentes actores, con la juventud como protagonista en la valoración, el respeto, el rescate, la conservación, la transmisión y la difusión de la riqueza cultural maya. Si todo sale bien, en diciembre podremos celebrar con ellos su graduación. Si te interesa conocer mejor este y otros programas dedicados a la conservación de los patrimonios naturales y culturales mayas, sigue a Baktún Pueblo Maya en sus redes sociales.