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Cómo crear un jardín para polinizadores y por qué es muy buena idea hacerlo

25 | 07 | 2022

Los polinizadores son indispensables para el equilibrio del planeta y de ellos dependemos buena parte de los seres vivos.

Los jardines para polinizadores son una manera muy disfrutable de contribuir a la conservación y restauración del planeta. Cuidar de plantas sin duda enriquece la vida de una persona, pero sí además son escogidas para servir de alimento a por ejemplo, abejas y colibríes, es una contribución importante al entorno.  

Recordemos que la polinización es la vía con la que se propagan buena parte de las plantas del planeta. Por eso es fácil dimensionar la relevancia que tiene este proceso para la vida en la Tierra. La mayoría de las plantas requieren para su polinización de animales, en particular de insectos y aves, pero también de otros, como murciélagos y roedores terrestres. En la medida en que estos polinizadores transfieran polen de una planta a otra, la vegetación del entorno mantendrá un buen ritmo de regeneración y crecimiento. Además, existe una íntima relación entre la polinización y nuestro alimento, ya que la mayoría de los granos y frutos que comemos los seres humanos, provienen de árboles y plantas que precisamente dependen de la polinización. 

Pero, ¿qué es exactamente un jardín para polinizadores?

En realidad se trata de cualquier espacio dedicado a cultivar plantas seleccionadas para ayudar a los polinizadores a satisfacer sus necesidades alimenticias, nos referimos a néctar y polen, así como especies para proveerles un lugar para reproducirse y desarrollarse. Por fortuna, este “jardín” puede ser una ventana o balcón con un par de macetas, una pequeña (o extensa) superficie de tierra, e incluso pueden instalarse en parques y camellones. En pocas palabras, cualquier porción de tierra donde puedan alojarse plantas es en potencia un jardín para polinizadores. 

Algo fundamental en estos casos es que las plantas elegidas sean especies nativas, ya que son precisamente estas las que naturalmente proporcionan a los polinizadores locales lo que necesitan, además de que requieren menos cuidados pues están plenamente aclimatadas a las condiciones del lugar. Para conocer más al respecto y ubicar las plantas nativas de tu lugar, aquí puedes consultar un breve listado de especies nativas en México, elaborado por la Conabio, y en este enlace puedes descargar una “Guía para la creación de jardines de polinizadores”, de la Secretaría de Medio Ambiente CDMX, donde se incluye otra lista (p.54).    

Instrucciones para crear tu propio jardín para polinizadores

1. Definir el espacio y entender sus características

El primer paso de decidir dónde crearemos el espacio: en la azotea, en una jardinera, en el balcón o en una porción de jardín o patio de tierra. Una vez escogido el espacio, hay que observar cuánta luz o sombra tiene, y si recibe lluvia directa o dependerá solo del riego. Estas condiciones son importantes pues nos ayudarán a elegir mejor las especies de plantas que contendrá el jardín. 

2. Elegir las plantas 

Para decidir qué plantas contendrá el jardín, ya sabemos que la primera regla es que sean especies nativas, y también que se correspondan con las características del espacio que elegimos previamente. Si quieres ir un paso más allá, entonces puedes investigar qué plantas atraen qué tipo de polinizadores, o qué plantas son mejor refugio para estos, además de las que les proveen de alimento, y también considerarlo en tu selección Posteriormente, se trata de elegir aquellas plantas que más disfrute te generen –a fin de cuentas la conservación del entorno es siempre una experiencia estética.  

3. Preparar el suelo y acomodar las plantas

Una vez que se eligieron las plantas y se definió el espacio, toca preparar la tierra. Utilizar tierra negra o de hoja suele ser buena opción. Una tierra rica en nutrientes ayudará a que las plantas se desarrollen de forma óptima. Puedes agregar abono orgánico a la tierra, por ejemplo lombricomposta o estiércol.

4. Cuidarlo

El jardín ya ha sido creado y las plantas se encuentran en su lugar. Ahora toca cuidarlas. La cantidad de sol y de agua que reciban, dependiendo de qué plantas hayas elegido, son los dos factores esenciales de cuidado. También, es importante estar atentos a plagas o a que las plantas nos revelen, por ejemplo, la falta de algún nutriente. La mayoría de las plantas únicamente requieren cuidados básicos, pero al crear tu pequeño jardin, estás adquiriendo el compromiso de atenderlas. 

5. Observar y disfrutar

Finalmente viene la contemplación y el disfrute. Observar lo que ocurre al interior de tu jardín, te permitirá entender qué tipos de polinizadores estás atrayendo, cuáles de estos se corresponden con qué plantas y, en general, te sorprenderás de la enorme cantidad de vida e interacción que aloja un espacio así. Tal vez incluso, como sugiere William Blake, podrás “ver un mundo en un grano de arena” y entender cosas importantes de la existencia.  

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