Siete maneras de cuidar los mares del mundo

28 | 06 | 2021

Los mares del mundo, infinita inspiración para el ser humano, están en peligro. Pero existen pequeñas acciones que todos podemos llevar a cabo para salvarlos…

“El mar es todo. Cubre siete décimas del globo terrestre. Su aliento es puro y saludable. Es un inmenso desierto donde el hombre nunca está solo porque siente vida por todos lados”, escribió Julio Verne. Pero el mar inspira no solo a los artistas, sino a cualquier ser capaz de maravillarse ante su belleza y majestuosidad.

Desde épocas inmemoriales, el hombre ha intentado entender los océanos y vuelve a ellos constantemente, no solo para navegarlos, sino para encontrar ahí una parte de su esencia. De ahí que Ulises dejara Ítaca para peregrinar entre islas remotas; que los viajeros de la antigüedad hicieran hermosos mapas para sortearlos; o que los oráculos de tantas culturas encontraran en ellos un espejo para predecir el tiempo y para idear metáforas de la vida —una ola que viene, va y siempre regresa.

¿Qué hace el mar por nosotros?

Desde el punto de vista científico, el mar es todavía un misterio. Sabemos que es fundamental para la salud del planeta entero y que es responsable del aire que respiramos, ya que produce más de la mitad del oxígeno de la Tierra. Además, regula el clima porque ocupa el 70% de su superficie y es el elemento que transporta el calor del Ecuador a los polos. Pero aún se desconocen muchas de las criaturas que lo habitan y, además, no sabemos realmente cuál es su profundidad —hace relativamente poco se descubrió que el volcán más grande del mundo estaba sumergido en el mar  cerca de Hawái.

Sobra decir que la biodiversidad de los océanos es inmensa y maravillosa (nos alimenta de muchas maneras).

El mar en la actualidad

Por todo lo anterior, cuidar  la salud del mar es una forma de mantener la salud del planeta entero y de todos los que lo habitamos: es un acto pleno de supervivencia. Hoy, los océanos de la Tierra son amenazados por muchos factores, uno de ellos es la sobrepesca industrializada, que genera una descompensación absoluta de sus ecosistemas. Según estudios hechos por la FAO, más del 80% de las reservas de peces están explotadas al máximo. Otro enorme problema es la contaminación por plástico: se calcula que existen más de 150 millones de toneladas de este material dentro del mar, lo cual implica que estamos por llegar al punto en el que, en nuestros mares, hay más plástico que peces.

Por si lo anterior fuera poco, debido al cambio climático, la temperatura del agua salada se ha elevado, y esto ha generado, entre otras cosas, que los corales no pueden desarrollarse y expulsen a la superficie ciertos parásitos conocidos como protozoos que afectan a ecosistemas enteros. Un ejemplo de esto ha ocurrido en los últimos años en la Gran Barrera de Coral de Australia.

Pequeñas cosas que todos podemos hacer

Es importante recordar que, aunque no vivamos cerca del mar, existen acciones individuales para cuidar los mares o aminorar las grandes amenazas que hoy enfrentan (desde nuestra casa, ciudad o país). A menudo, es fácil pensar que una acción pequeña podría no tener ningún impacto. Sin embargo, las acciones pequeñas, llevadas a cabo de manera colectiva, pueden generar un cambio importante. Aquí algunas de ellas.

1. Educarnos

Informarnos sobre los problemas que hoy enfrentan los mares es fundamental; también lo es compartir dicha información, especialmente con los más pequeños (herederos de este planeta). En ese sentido, el simple acto de difundir información pertinente puede ser un primer paso para cambiar el futuro de nuestros océanos.

2. Trabajo voluntario

Una gran manera de ayudar a cuidar los mares del mundo es inscribirnos en  programas de voluntarios destinados a limpiar las playas y mares. Existe una gran cantidad de organizaciones que fomentan y coordinan esta clase de acciones. Aquí algunas ideas.

3. Reducir el consumo de plástico

La vida moderna implica, tristemente, el uso desmedido de objetos hechos de plástico. Pero hay maneras sencillas y posibles de reducir su uso —y ello no solo ayudará a los océanos del mundo, sino a todos sus ecosistemas. Aquí una lista de pequeñas cosas que todos podemos hacer para consumir menos plástico.

4. Evitemos contribuir a la sobrepesca

En la medida de lo posible, sustituir el pescado por productos vegetales es una buena opción; también lo es reducir nuestro consumo de productos marinos a una o dos veces por semana. Otra posibilidad es escoger aquellos productos que garanticen una pesca sostenible, y que apoyen a grupos independientes de pescadores que respeten las normas de pesca.

5. Apoyemos a las ONG

En todo el planeta existen organizaciones dedicadas a salvar los océanos. Estos grupos han encontrado diversas formas de ayudar y, muchas veces, necesitan apoyo económico o fuerza de trabajo. Acercarse a estas iniciativas y ofrecer ayuda es otra manera más de ayudar a los océanos del mundo.

6. No comprar ornamentos del mar

 La venta de artesanías, adornos y objetos elaborados con materias primas marinas afecta directamente a los ecosistemas marinos que necesitan de conchas, caracoles, corales y algas para subsistir.

7. Usemos productos no tóxicos y biodegradables

En caso de visitar la playa, una forma de cuidar el mar es no contaminarlo con los muchos productos que a menudo usamos para protegernos del sol. Las sustancias químicas que contienen algunos de ellos pueden causar la muerte de algas marinas; además, forman capas de aceite que dificultan la oxigenación del agua. Usemos filtros soleares no tóxicos y biodegradables.

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