Sobre los beneficios del dibujo en los niños

A pesar de que, a menudo, el dibujo es tratado como una actividad exclusivamente recreativa, este es esencial para el desarrollo cognitivo y motor del ser humano, especialmente si se realiza de forma regular en la infancia. Se trata de algo más que un pasatiempo, pues implica la posibilidad de abrir los horizontes visibles e invisibles en el cerebro humano.

Según estudios publicados en el libro: Drawing: The Art-Science Connection: Pens, Pencils, and Neurons, dibujar es una manera única de aprender. De hecho, ha probado ser más efectiva que escribir notas, ver imágenes o escuchar audiolibros. En dicha investigación, se llegó a la conclusión de que aquellos estudiantes que dibujaron lo que vieron y aprendieron durante una clase, retuvieron la información dos veces más que aquellos que la escribieron en una libreta.

Esto sucede porque los niños aprenden de forma más efectiva a través de lo visual; dibujar activa, al mismo tiempo, las habilidades visuales, kinésicas y lingüísticas, generando más conexiones neuronales y haciendo que el aprendizaje sea más profundo.

Por estas razones, el dibujo es una actividad más que recomendable durante la infancia por haber demostrado beneficios innumerables a muchos niveles.

En el cerebro

Para hacer un dibujo se necesita planear, producir y llevar a la práctica; estas tres fases activan la parte prefrontal del cerebro, encargada de movilizar la información. Como si fuera una chispa, al tomar un lápiz, las ideas encienden el motor de las decisiones: una habilidad que nos permite resolver problemas, concentrarnos, autoevaluarnos y hasta organizar el tiempo.

En el lenguaje

Cuando los niños aprenden nuevas palabras, los centros del lenguaje se ven impactados e inmediatamente se comunican con el centro de almacenamiento de imágenes que existe en el cerebro humano. Este proceso es más productivo y fácil cuando los vocablos nuevos se enseñan a través de una imagen.

En lo que respecta a la parte visual, se ha demostrado que los ojos nos permiten mirar el mundo que nos rodea e interpretar la realidad. En este sentido, cuando los niños plasman sus observaciones en un papel aprenden a comunicar de una manera distinta lo que les ocurre, ya sea de una forma realista o figurativa.

En el intelecto

El mundo interno de los niños se expande cuando entran en contacto con el arte. Familiarizarse con su propia imaginación y la de otros hace más grande su horizonte y los provee de herramientas cognitivas necesarias para comprender elementos de la realidad como las atmósferas y el tiempo. El dibujo es capaz de darles conocimientos sobre perspectiva, los matices, los colores y los planos.

Habilidades motoras

El dibujo genera una destreza física, relacionada directamente con el movimiento y la coordinación de las manos. Cuando los niños dibujan, el cerebro conecta los distintos músculos de su cuerpo para conseguir un objetivo, la precisión.

Despertar la sensibilidad

El acto de dibujar (al igual que otras actividades manuales y artísticas) invita a los niños expresar su mundo interior y entrar en contacto con sus emociones. Dibujar genera una mezcla de calma y autocontrol que permite a los pequeños expresar al mundo todo lo que no pueden decir a través del lenguaje oral.

Dibujar mejora la autoestima

Cuando un niño termina un dibujo, su cerebro genera una sensación de logro: “acabo de crear algo que antes no existía”. En ese sentido, el dibujo da un sentido de satisfacción que puede incidir en el amor propio, la sensación de independencia y, sobre todo, la posibilidad de crear un punto de vista único y subjetivo.

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Estimular la imaginación y la creatividad en la infancia es una manera de educar a los niños, de darles herramientas que fomentan su desarrollo en varios niveles —desde el intelectual, hasta el emocional y comunitario. Esa es la apuesta del método DIA (Desarrollo de la Inteligencia a través de Arte), una de las bases teóricas y educativas del Instituto DIA —institución de Educación Superior que trabaja con la visión de contribuir a la transformación y evolución de los espacios y métodos de enseñanza, incentivar el aprendizaje como una forma de  fomentar el desarrollo humano integral y potenciar las capacidades de alumnos, participantes y educadores.

Además, compartimos estas actividades, parte de la plataforma Ser y Aprender, que incluyen actividades para fomentar el bienestar emocional de los pequeños en esta época de aislamiento.