Sostener el presente para sustentar el futuro

El cambio es el cauce natural por el que fluye el universo. En la naturaleza imperan los ciclos y es gracias a ellos que el balance se sostiene, no en el estatismo, sino en los meticulosos procesos a través de los cuales el mundo se genera y se regenera. Si bien este sistema no pretende eternidades reales, ha funcionado por algunos miles de millones de años que, para fines prácticos y desde nuestra óptica humana, bien podríamos considerar una eternidad. Este patrón circular es uno que, acaso, nos vendría bien aprender como sociedad: el movimiento direccionado, el arte de recibir y devolver.

En 2015, la ONU planteó 17 objetivos para el desarrollo sostenible (ODS) para hacer frente al escenario adverso que tanto científicos como activistas han proyectado si no cambiamos nuestras dinámicas de consumo. El proyecto consta de cuatro directrices: social —asegurar una vida digna para todas las personas, no dejar a nadie atrás—, ecológica, industrial y colaborativa. En pocas palabras, se busca armonizar el desarrollo económico e industrial con el cuidado del medio ambiente y la inclusión social, partiendo de la premisa de que ningún balance es posible si no se involucran todas las partes del ecosistema (es decir, se requiere un trabajo colaborativo y proporcional entre Estados, la sociedad civil y el sector empresarial).

Uno de nuestros objetivos en La Vaca Independiente es contribuir a esta transformación consciente, pues estamos de acuerdo en que es imprescindible que exista una sinergia entre el desarrollo individual, el colectivo y el medioambiental. A partir de la formación de formadores, La Vaca Independiente busca darle continuidad al cambio para recordar que no hay futuro que no se convierta en presente y que para cosechar es necesario no solo sembrar, sino también cultivar. Desde nuestra fundación en 1992, la organización se ha comprometido con el desarrollo integral a través de distintas iniciativas cuyo impacto trascienda en nuestra forma de vincularnos con nosotros mismos, con quienes nos rodean y con nuestro entorno.

A lo largo de los últimos meses hemos presentado una serie de artículos sobre los ODS derivados de la reflexión y el diálogo con los miembros de nuestras organizaciones. En ellos profundizamos no solo en nuestros principios e ideales como organización, sino que planteamos las acciones concretas en las que trabajamos para conseguir un verdadero cambio. Aquí te presentamos un breve recuento:

Instituto DIA: un compromiso con la educación integral

En esta entrevista con facilitadoras del Instituto DIA platicamos sobre cómo la educación puede contribuir a un futuro sostenible, como se estipula en el objetivo 4 de los ODS. El Instituto DIA se concibe desde la convicción de que los espacios educativos no pueden reducirse al aprendizaje de conocimientos curriculares, sino que también deben fungir como laboratorios para explorar y desarrollar el pensamiento, herramientas socioemocionales y los diferentes lenguajes —físicos y verbales— que utilizamos para relacionarnos con nuestro interior y con el exterior.

Un elemento fundamental de la comunicación es la escucha, la consciencia de que hay otro con quien podemos establecer un vínculo y construir juntos. Esta noción es indispensable para formar comunidades donde imperen la empatía, la tolerancia,la igualdad y el respeto, y que, con intereses colectivos, concilien las necesidades, aptitudes e inclinaciones de todas las partes. Como nos explica Cristina Díaz, “cuando te desarrollas integralmente sabes cuáles son tus capacidades y talentos, pero ya no te los quedas solo para ti, sino que los pones al servicio de los demás”.

Baktún Pueblo Maya: la comunidad como pilar para un futuro sustentable

Para lograr sociedades realmente inclusivas (objetivos 1, 2, 4, 5, 10 y 16) es menester concebir sistemas integrales que contemplen no solamente lo económico, sino también lo social, lo cultural, lo medioambiental y lo humano. En esta charla con Susana Cavazos, responsable de la organización Baktún Pueblo Maya, nos recuerda que uno de los grandes retos —pero quizás también la respuesta para alcanzar un futuro sostenible— que enfrentan los jóvenes de comunidades rurales (en este caso, de los pueblos mayas de Yucatán) en la actualidad es conciliar la innovación con la tradición.

Así pues, Baktún busca conservar el patrimonio biocultural de la península, reforzar los vínculos comunitarios y recordarle a los y las jóvenes que otras formas de organización son posibles, como se demuestra día a día desde hace siglos en las comunidades mayas de Yucatán. Si bien el sistema mundial privilegia la rapidez y el volumen e incentiva la migración a las ciudades, esta organización busca rescatar, resignificar e innovar los saberes del pueblo maya, para reafirmar el sentido de pertenencia y ofrecer a las futuras generaciones una opción que les permita desarrollarse profesionalmente al mismo tiempo que preservan su cultura y contribuyen a su comunidad. En palabras de Susana:

“En Baktún podemos apoyar para que, primero, los jóvenes conozcan su cultura; segundo, que le den sentido y resignifiquen; y, tercero, que puedan ser innovadores para crear algo que les dé o que active oportunidades económicas sostenibles en su comunidad”.

Mirar y escuchar a la naturaleza

A través de programas como La voz de la selva y Sal a Pajarear Yucatán, La Vaca Independiente no solo asume la preservación del medio ambiente como una estrategia necesaria para asegurar el futuro, sino que reconoce la importancia de promover, forjar y cuidar nuestro vínculo con el planeta. Sabemos que hay maneras de convivir y aprovechar la naturaleza sin dañarla, y el primer paso es interesarnos por ella y sus procesos, más allá de preocuparnos únicamente por cómo podemos utilizarla para cubrir nuestras necesidades. Con esto en mente, ambos proyectos fusionan la contemplación de la naturaleza con el arte y la educación, pues la forma en la que concebimos el mundo afecta directamente la manera en la que nos relacionamos con el entorno natural, pero también con nosotros mismos.

Por otro lado, la integración de la naturaleza en nuestra vida diaria también forma parte indisociable de la visión de Baktún Pueblo Maya, pues el sistema de autoconsumo de la milpa y el traspatio son uno de los pilares alimentarios de la tradición maya. También aquí podemos ver cómo nuestra relación con el ambiente es un reflejo de nuestra visión del mundo, pues estas prácticas fomentan la idea de que, para solventar nuestras necesidades básicas, solo hacen falta tierra y comunidad.

Construir el futuro unidos

Finalmente, podemos concluir que la unión es, precisamente, lo que fusiona todas las iniciativas de La Vaca Independiente. El desarrollo humano integral no puede entenderse sin cada uno de los elementos que abarca, es decir, el desarrollo interpersonal y el intrapersonal son procesos paralelos: lo que sucede afuera afecta lo que sucede adentro, y viceversa. Por esto mismo, las alianzas son nuestra herramienta más importante para enfrentarnos a este reto que requiere de la colaboración de todos y todas. Tanto los gobiernos como la sociedad civil y el sector empresarial tienen la responsabilidad de actuar, dentro de sus capacidades, para buscar un mundo más incluyente, equitativo y ecológico.

Ana Lilia Esquivel, quien forma parte de nuestro equipo de facilitación y mediación, puntualizó en esta conversación que en La Vaca Independiente buscamos generar espacios de diálogo y escucha, condiciones indispensables para forjar alianzas estratégicas a través de las cuales podamos lograr acciones con un mayor impacto. Es por esto que nuestro mayor compromiso es expandir nuestros horizontes y romper con los modelos mentales para modificar la forma en la que entendemos el mundo y nos relacionamos con quienes nos rodean, pero también con los que vendrán después de nosotros.