Alianza Kanan Kay por la pesca sustentable

Los pescadores de las costas de Quintana Roo tienen al mar como oficina. Sus escritorios de trabajo son sus lanchas, el sol en la piel es su reloj de asistencia. A diario conviven con aves y criaturas marinas, mientras el viento del norte los mece al alba. No mandan correos ni firman cartas membretadas. No se encargan de litigios ni de las letras chiquitas. Al menos eso es lo que piensa Raziel Villegas, abogado de profesión, cuya vida dio un giro drástico cuando conoció a los pescadores de la península de Yucatán gracias a su trabajo en la Alianza Kanan Kay. Quizás sus historias y saberes sean distintos, pero Raziel y los pescadores han estrechado lazos para promover la sustentabilidad de la pesca. 

Una alianza por los peces 

Alianza Kanan Kay nació en 2011 para contrarrestar la sobreexplotación de algunas pesquerías de importancia comercial en Quintana Roo. De acuerdo con algunos estudios y datos aportados por organizaciones civiles, se estimaba que entonces 85% de las especies de importancia comercial se encontraba sobreexplotada. El objetivo de la Alianza Kanan Kay fue propugnar por la recuperación de estas especies. “El proyecto inicial estableció como meta proteger 20% de las aguas del mar territorial para permitir la recuperación de las especies”, cuenta Raziel, encargado del marco legal, control y vigilancia de la Alianza.

La Alianza trabaja con cooperativas de pescadores que operan en la legalidad a través de concesiones y permisos. Por ejemplo, la de la Carta Nacional Pesquera del Instituto Nacional para la Pesca, que en 2022 tuvo su quinta edición y que incluye, entre otras cosas, un inventario sobre las especies susceptibles de aprovechamiento pesquero. Basada en estos informes, la Comisión Nacional de Pesca emite o niega concesiones de pesca. Un reto de la Alianza es fomentar el espíritu de legalidad y cooperación entre los pescadores que se enfrentan a varios problemas. “El éxito más grande de la Alianza Kanan Kay fue hacer corresponsables a los pescadores”, opina Raziel. 

Para sensibilizarlos, la Alianza busca integrarlos en una sola comunidad y mostrarles las bondades de participar en un esfuerzo colectivo.

Zonas de Refugio Pesquero

Un mecanismo para lograr la protección de las especies marinas consiste en establecer y proteger las Zonas de Refugio Pesquero (ZRP). Raziel nos explica que una ZRP constituye una delimitación donde una determinada especie no puede pescarse debido a la importancia que ese sitio tiene para su ciclo reproductivo y para su recuperación. Por ejemplo: 

“Hay una norma oficial mexicana -advierte Raziel- que dice que la cola de la langosta debe medir al menos 13.5 cm de longitud para que la pesca se permita. Esto está estipulado así gracias a los estudios biológicos que han determinado que cuando alcanza esa longitud ya se reprodujo. Una langosta en un ciclo reproductivo pone unos diez mil huevecillos. Si tú eres conservador y estimas que solo 10% será viable, esto quiere decir que estás estimando que habrá mil nuevas langostas. Por eso, si la pescas antes de que eso ocurra, te estás privando de posibles mil nuevas langostas. Y lo mismo ocurre con el pulpo, el mero y otras especies”, detalla Raziel. Hay que permitir que las especies tengan ciclos de recuperación. 

Pescadores en acción

Una de las actividades principales de las cooperativas que integran la Alianza Kanan Kay es colaborar con la salvaguarda de las ZRP. Monitorean que no exista pesca ilegal en ellas y, en caso de ser testigos de un hecho, cooperan con las autoridades para reportarlo. “Ayudamos a los pescadores para que conformen grupos de vigilancia comunitaria y les damos capacitaciones teóricas y prácticas”, nos explica Raziel.  

Para facilitar el proceso de denuncia, Raziel diseñó y lanzó Denuncia Pesquera, una app que opera en dispositivos móviles. “La app está diseñada para llevar de la mano al pescador para que no se preocupe por cómo realizar su denuncia, sino que la app, muy intuitivamente, le permite proporcionar toda la información requerida. El teléfono manda la información automáticamente y yo reviso que estén correctamente llenados y, cuando todo está bien, eso se convierte en una denuncia y se presenta para darle seguimiento”. 

A la par, esta Alianza desarrolló un juego de mesa para los pescadores, inspirado en el Rally de Pesca con el que acostumbrar cerrar un proceso de capacitación. Como en 2021 no fue posible realizarlo debido a la pandemia y algunos eventos meteorológicos, Raziel se dio a la tarea de transformar la actividad en El Maratón de la Pesca. Para avanzar las fichas en el juego, las cuales tienen forma de lanchitas como las que usan los pescadores, hay que responder una serie de preguntas, divididas en seis categoría: 1) Diseño de Zonas de Refugio, 2) Capacitación, 3) Alianza Kanan Kay, 4) Vigilancia comunitaria, 5) Derechos fundamentales y 6) Conocimientos generales. La  lancha negra pertenece a la ignorancia.

Con este juego, los pescadores pueden familiarizarse mejor con las figuras jurídicas y los conceptos vistos durante las capacitaciones. Además, se fomenta la convivencia y la integración de aprendizajes de las cooperativas. “Estamos empezando a ver el objetivo cumplido: la integración, la convivencia y el aprendizaje. Y que los conocimientos se transmitan”. 

Derecho para la cooperación

“Hubo una época en la que a los pescadores no les gustaba que llegara el abogado o la abogada, porque tenía la actitud de ‘Yo soy el abogado y sé más que tú, y además yo uso corbata y voy a un tribunal’. Hacían sentir menos al pescador, porque no veían su tarea como lo que es: una mediación”, cuenta Raziel. En cambio, él intenta construir relaciones de confianza con ellos. “Se pueden acercar a plantearte una duda. Los hemos orientado hasta en cuestiones legales más allá de la pesca. A lo mejor esto no es parte de la actividad de la Alianza Kanan Kay, pero es parte de nuestra labor. Si ellos te dan su confianza, lo menos que puedes hacer es respetarla y fortalecerla”. 

“Mi formación siempre fue de litigio. Yo estaba enfocado en que mis satisfacciones profesionales fueran ganar juicios —continúa Raziel—. Aquí he aprendido que hay satisfacciones iguales o de mayor magnitud sin necesidad de pelear. Cuando tú estás ayudando y la pesca ilegal está bajando, y además sube la producción y hay más biomasa, le va mejor a una cooperativa porque ya se están organizando mejor. Cuando las cosas funcionan con un engranaje más fino, por supuesto que te da una satisfacción tremenda. En retrospectiva, hoy soy más completo como abogado. Si bien, en el derecho las controversias y los juicios son muy importantes, también hay principios y valores. El derecho es un servicio a la sociedad”. 

Visión futura

Raziel considera que los resultados positivos y la participación son un logro de las comunidades y las cooperativas. Sin su esfuerzo y valentía no habría iniciativa que valiera. La Alianza Kanan Kay es un proyecto a largo plazo. Todavía queda mucho por hacer, pero en algunos lugares los resultados son palpables . “Vale la pena que el esfuerzo de las cooperativas se difunda porque es motivo de orgullo: están defendiendo sus recursos y sus derechos con todo el éxito del mundo”, termina Raziel.