El desarrollo regenerativo en las iniciativas de La Vaca Independiente
Las iniciativas del grupo La Vaca Independiente trabajan para fomentar cambios tan profundos como necesarios que apuntan a la regeneración del medio ambiente y la salvaguarda de la comunidad y la cultura.
¿Qué es el desarrollo regenerativo?
Hay que decirlo de entrada y sin eufemismos: desde hace tiempo la humanidad se enfrenta a una crisis ecológica que nos coloca cerca de un punto de no-retorno. La extinción de especies es abrumadora, el sobreconsumo de recursos para sustentar la economía mundial es insostenible y los efectos del cambio climático son cada vez más palpables, más dramáticos. Es por ello que para algunos el apotegma de la economía sustentable resulta ya insuficiente: allí donde los ecologistas de las décadas de 1960 y 1970 pedían fomentar formas de subsistencia que no afectaran ni destruyeran el medio ambiente, hoy en día los seguidores más acuciosos de la protección de la naturaleza exigen no solo evitar el socavamiento de la Tierra sino también trabajar en su regeneración; ya no es suficiente solo con proteger, sino que ahora se vuelve indispensable restituir, mejorar.
Para Medard Gabel, consultor y especialista en temas ambientales y económicos, lo que se denomina desarrollo sustentable es el uso de los recursos para mejorar el bienestar de la sociedad de una manera que no destruya o mine los sistemas de soporte necesarios para el crecimiento futuro. En cambio, el desarrollo regenerativo es el uso de los recursos para mejorar el bienestar de la sociedad de una manera que construya la capacidad de los sistemas de soporte necesarios para el crecimiento futuro. Si bien su visión implica una manera sistémica y global de apreciar el problema de la sustentabilidad, un elemento fundamental del cambio de perspectiva es el nivel local, comunitario y educativo de una determinada sociedad y, en ese sentido, la agricultura y la alimentación son un campo esencial de la problemática actual. Tenemos que transformar la economía alrededor de nuestras necesidades más elementales.
Desarrollo regenerativo en Yucatán
El desarrollo regenerativo concuerda también con un estilo de vida que busca armonizar actividades productivas con el medio ambiente, esto con la finalidad de causar el menor daño posible y aprovechar responsablemente los recursos que la tierra provee. En ese sentido, las iniciativas de Grupo La Vaca Independiente pretenden comprometerse con esta vía de desarrollo y encontrar la manera de fomentarlo. El medio ambiente y la dinámica social de Yucatán ofrecen un campo rico para explorar e implementar proyectos de desarrollo regenerativo. En la Hacienda San Pedro Ochil, ubicada a 36 km de Mérida, se ha trabajado en recuperar un recinto histórico de valor patrimonial muy significativo. Con esto, se ha buscado trastocar su vocación histórica y transformarlo en un eje de la economía local que, al mismo tiempo que genera recursos gracias a sus atractivos turísticos, se concentra en conseguir un desarrollo equilibrado con el medio ambiente y los habitantes de las comunidades aledañas.
De esta manera, Daniela Pérez, curadora y coordinadora de proyectos de Fundación Transformación, Arte y Educación (TAE), nos cuenta que los principios del desarrollo regenerativo en Yucatán, en el entorno natural y social de San Pedro Ochil, se plantean con “la intención de cuidar y conectar el legado de los mayas con la posibilidad de un futuro sustentable”. Para ello, continúa Daniela, La Vaca Independiente pretende “activar economías locales en donde, entre otras cosas, las antiguas haciendas henequeneras, ahora con nuevas vocaciones, jueguen un rol en la regeneración de una red de iniciativas que aprovechen la riqueza cultural y natural del territorio en beneficio de las comunidades mayas de Yucatán”. TAE busca asimilar los conocimientos de “culturas que se han vinculado con su entorno natural de manera armónica y balanceada, valorando e indagando en su pasado, para conservarlo, cuidarlo y respetarlo”, afirma Daniela.
Aprovechando las cualidades tan especiales de la cocina yucateca, con elementos prehispánicos y criollos, la gastronomía sustentable es un proyecto prioritario para Ochil. La cocina sustentable está basada en una idea tan básica como volver al origen para comenzar en casa. En Ochil, con una responsabilidad social desde el proceso de la generación de los alimentos, además de fomentar una economía regenerativa con la comunidad, se busca difundir entre los comensales la buena práctica de una alimentación más saludable y menos procesada. La gastronomía sustentable tiene como eje central echar mano de los productos típicos de la región para impulsar el consumo local; proteger los ecosistemas que se utilizan para el cultivo, respetando los ciclos naturales; evitar el uso de agroquímicos, insecticidas y aditivos; y ayudar a los productores locales a encontrar un mercado accesible para ellos.
De esta manera, la hacienda ha establecido lazos con los productores locales. Los chefs de las cocinas de Ochil y otras haciendas visitan cotidianamente los mercados de las localidades vecinas como Muna, Umán y Oxkutzcab, de esta manera se ha aportado a la continuidad del traspatio maya, una práctica agrícola tradicional que los pueblos han heredado de sus ancestros. Detrás de sus casas, en sus patios, en un terreno que a veces oscila entre la retícula del pueblo y el interior de la selva, la gente cultiva cilantro, lechuga, maíz, remolacha, acelga y sandía, todo sin recurrir a fertilizantes o pesticidas químicos.
Para Susana Cavazos, coordinadora de Iniciativa Baktún, otro de los proyectos de Grupo La Vaca Independiente, es importante entender que nuestras acciones no ocurren sin dejar consecuencias en la naturaleza, porque nuestra economía es parte de un ecosistema vivo. Por eso, en su opinión, la milpa es el mejor ejemplo de desarrollo regenerativo. La milpa representa la sabiduría de la agricultura tradicional y sustentable del pueblo maya, es un fenómeno cultural y tecnológico de aprovechamiento de los recursos naturales que recoge la cosmovisión y sabiduría del pueblo maya.
Esto se debe a que en este sistema agrícola se siembran vegetales que contribuyen a dar a la tierra los nutrientes necesarios para sustentarla y que sea fecunda. Se trata de un sistema de regeneración que permite el cultivo, la cacería, la cría de animales, la recolección de miel y plantas medicinales, la obtención de materiales para la construcción, entre otras actividades. Por ello, es importante evitar el monocultivo y sembrar diferentes vegetales que le permiten a la tierra conservar sus propiedades. Para Susana, esta tecnología de la cultura maya tiene mucho que decirle y aportarle a las maneras modernas de consumo, desligadas de la tierra, además de que puede ser una manera de trabajar a favor de la articulación de diversas actividades en torno al desarrollo regenerativo.
Actualmente, entre las iniciativas de Grupo La Vaca Independiente también existe el proyecto de Traspatio Maya, el cual se encarga de llevar las riquezas gastronómicas del pueblo maya a la cocina contemporánea, principalmente con tres productos insignes: sales de mar de Celestún, miel melipona y maíz. Esta iniciativa ha contribuido al fortalecimiento de este sistema ancestral de cultivo, por medio de la creación de un proyecto de empresas sociales que trabajan para el desarrollo social, integral y sustentable de los pueblos descendientes de los mayas.
Como dice Susana: “hay que alimentar a la tierra, porque, por añadidura, la tierra me alimentará a mí. La primera cosecha del maíz es una ofrenda que va de regreso a la tierra en gesto de agradecimiento, con la seguridad de que la tierra te va a proveer de lo que tú necesitas”. Esta dinámica brinda una comprensión distinta de los seres humanos, una visión más ecológica, no antropocéntrica. “Es la visión de origen de la cosmología maya, que consiste en volver al origen y enaltecer esta visión”, termina Susana.
De la tierra a la cultura
Mas el desarrollo regenerativo no implica solamente un cambio en las cadenas de producción en favor de alternativas más racionales y apegadas a valores de coexistencia con el entorno, sino, ante todo, un cambio cultural y la adquisición de una ética diferente. En ese sentido, las intervenciones en comunidad de Iniciativa Baktún han aportado el otro elemento indispensable para la construcción del cambio. Y en la medida en que estas intervenciones pedagógicas tienen lugar en una sociedad cuyos valores están apegados a la convivencia con la naturaleza, los resultados son palpables.
Con más de 20 años de experiencia en la implementación de una metodología pedagógica, La Vaca Independiente y el Instituto DIA han encontrado campo fértil para el cambio en la Península de Yucatán. El Programa Guardianes de la Naturaleza y la Cultura, con sede en Casa Palomeque en el Centro Histórico de Mérida, se ha extendido por más de cuatro años y ha impactado a alumnos y profesores de pueblos apartados de la capital yucateca como Tixcacaltuyub, X-canchakán, Tepakán y Yaxunah. Susana considera que “Baktún es un ejemplo de una iniciativa que está aportando al desarrollo de este sistema regenerativo, a través de la cultura, generando espacios intergeneracionales de aprendizaje”.
Adoptando algunos principios de la metodología de mediación dia (Desarrollo de la Inteligencia a través del Arte), estos jóvenes han adquirido algunas herramientas que les sirven en lo individual, para desarrollar sus facultades humanas, como en lo comunitario, para proteger el patrimonio material e inmaterial de sus pueblos y ejercer un liderazgo activo. Ahora se han convertido en promotores culturales y agentes de cambio. De esta manera, el desarrollo regenerativo echa raíces con mayores posibilidades de perdurar y esparcirse en otras áreas.
En un momento en el que las crisis sociales y ambientales se agravan a cada segundo, es indispensable que demos los pasos necesarios hacia un cambio urgente pero con paso seguro, por eso debemos preguntarnos cuál es el papel que desempeñamos en nuestra comunidad, en nuestro país y en el mundo. Debemos estar conscientes de que cada una de nuestras acciones afecta el entorno en el que vivimos, pero que también hay medidas que podemos tomar para cambiar de rumbo. Con estos preceptos en la agenda, La Vaca Independiente y sus iniciativas continúan trabajando a diario. No hay barreras infranqueables cuando la creatividad juega a nuestro favor.