Escribir con Frida: infancia, comunidad y creatividad en Buenos Aires

por: la vaca independiente

21 | 05 | 2025

La Vaca Independiente organizó un par de talleres en la 49° Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, uno de los eventos literarios más importantes del mundo en habla hispana. En este marco, además de participar en la presentación de El diario de Frida Kahlo y Un cuaderno íntimo inspirado en Frida Kahlo —obras originalmente de La Vaca Independiente publicadas en Argentina en colaboración con La Marca Editora—, Rocío Zambianchi nos comparte su experiencia al facilitar estos talleres sobre el diario de la artista mexicana. 

P: ¿Cómo fue la presentación del Diario en Argentina?

R: El panel estuvo formado por una historiadora del arte y una actriz que está presentando una obra sobre el diario de Frida. Se habló sobre la importancia de esta artista y su contexto histórico. También sobre cómo, cuando llegó la obra de Frida a Argentina en los setenta, hicieron intervenciones en sus obras. Nuestra participación fue como la editorial que publicó el diario en primer lugar, explicando nuestro cuidado sobre la obra. A la gente le interesaba mucho saber aspectos del libro y también cómo se percibe ese diario en el mundo.

P: ¿Cómo surgió la idea de dar este taller sobre el diario de Frida Kahlo?

R: Es un taller que tiene base en 21 días con Frida, un taller que se organizó originalmente en Ciudad de México y que luego se impartió en la Casa de México en España, en Madrid. Notaba que las personas que accedían al diario, al ver que era íntimo pero estaba cargado de imágenes, no sabían bien cómo acercarse porque no es un diario común como el de Ana Frank, que es puro texto. El taller nos viene bien para enfocarnos en el desarrollo de la observación atenta, la escucha activa y la reflexión. Lo empezamos a dar en librerías y después nos invitaron a la zona infantil de la Feria Nacional del Libro de León, en Guanajuato.

P: ¿Qué temas abordaron en los talleres?

R: Hablamos de la diferencia entre un diario íntimo y cualquier otro libro publicado en el mercado. También pensamos cuál era la diferencia entre una autobiografía y la publicación de un diario. Hablamos de la importancia de la edición facsimilar que tiene La Vaca Independiente, y el cuidado al publicar el libro, buscando que sea fidedigno, cuidando el tipo de fotografía, pensando en la transcripción.

P: ¿Cómo fue la experiencia con los niños?

R: La pregunta era si saben para qué es un diario íntimo y si ellos tenían un diario. Íbamos comparando las distintas caligrafías de Frida y ellos solitos me iban diciendo qué emoción leían en una página y en otra, si la escritura la había hecho de manera más tranquila o más apurada o si había dolor. También fuimos viendo que en un diario íntimo no sólo se puede escribir, sino también hacer dibujos, expresarse de más maneras. Pueden hacer un collage, y el diario expresa finalmente quién es cada uno. Porque es identitario.

P: ¿Qué tan familiarizados estaban los niños con Frida Kahlo?

R: Sabían un montón. Me sorprendió que los chicos incluso tenían más datos que el público adulto. Algunos traían datos que habían conversado con los padres y una nena me dijo que con unas amigas en el colegio estaban haciendo una investigación sobre Frida. Sabían mucho sobre su figura, del dolor que había pasado, pero también de la resiliencia. Rescataban mucho las formas de Frida de transformar el dolor.

P: ¿Qué ejercicios creativos realizaron?

R: Con los niños hicimos el ejercicio de puntos. Les pedí que dibujaran en una hoja, hicieron los puntos y después la giramos y los puntos los unía la persona que tenían enfrente y después hicimos la portada de su propio diario. Con las alumnas del profesorado de arte, dibujaron los puntos en una hoja, intercambiaron las hojas y completaron, unieron los puntos de la hoja de alguien más, y volvieron a cambiar la hoja por tercera vez, y las figuras las encontraba alguien más. Ahí trabajamos mucho en que no es lo mismo lo que uno cuenta de sí mismo que lo que el otro puede encontrar en lo que uno arma.

P: ¿Cómo describirías la metodología de estos talleres?

R: Primero fue muy importante que pudieran ver que un diario no requiere una estructura rígida ni un formato específico. Porque también hablamos de que Frida escribió su diario en hojas sueltas. Entonces, ¿cómo podemos armar de hojas sueltas un libro luego? Y entonces que tus formas de expresión pueden ser distintas. En un momento puedes agarrar una hoja y dibujar, o escribir, o usar una libreta e ir saltándote hojas y usarlas de distinta manera. Con las adultas hubo más charla, más debate, porque obviamente con un público infantil no es tanto de hablar sino más que nada expresión creativa.

P: ¿Qué valores destacas de estos talleres?

R: Co-creación, observación y diálogo. Para La Vaca Independiente es importante no dar una bajada sino compartir e intercambiar ideas. Con cada público, el abordaje de los temas es distinto y acá es súper importante la mediación porque vamos con un enfoque al taller. Lo que se aborda es el diario como objeto, el diario en lo personal y el diario de Frida en sí como objeto de arte.

P: ¿Por qué crees que estos espacios de diálogo y comunidad son importantes actualmente?

R: Hoy está muy puesto de manifiesto el individualismo. Es importante trabajar desde lo individual para conocerse, para explorarse, pero no somos una isla, vivimos en sociedad, nos pensamos en comunidad, nos pensamos también a través del otro. Con lo cual, si sólo nos vamos desde la cuestión del individuo y del trabajo individual, nos perdemos de mucha riqueza; también se desarma la comunicación y nos empezamos a perder. Necesitamos indagar qué beneficios nos da la construcción de comunidad, encontrar que también el otro tal vez no pensaba tan distinto a vos. Porque algo que te da la mediación es, como principio, que ninguna opinión es cerrada.

P: ¿Qué otros usos del diario descubrieron en los talleres?

R: Con las adultas, me decían que el diario sirve también para escribir las cosas y volver ahí para recordarlas y recordar por dónde pasaste, que también sirve para hacer una reflexión, volver a leerlo al tiempo y acordarte qué había pasado, pero también analizar desde afuera, así como cuando uno habla en voz alta con alguien. Que le contás a alguien qué te pasa, simplemente para escucharte decirlo. Entonces, en esa forma de expresión, también poder tomar distancia de lo que te pasa. Y transmutar eso que te pasó también. O sea, no sólo como un registro histórico, sino también el diario como ejercicio de desahogo creativo.

P: ¿Qué aprendiste tú al escuchar las visiones de los participantes?

R: Me gustó justamente ver que el acercamiento no es tan limitado si se utilizan esas herramientas, porque entonces uno no va desde el prejuicio de qué saben o no, y qué sabe uno o no, sino desde construir entre todos un diálogo y entonces ahí te amplía la visión. Pero sobre todo descubrir que las infancias no están tan aisladas como uno pensaría y que, justamente, el diario de Frida trata temas muy fuertes también. Entonces muchas veces nos ponemos a pensar si es un libro para niños o no, yo creo que nos acerca a que podemos hablar de todo si lo hacemos desde un lugar de cuidado, respetuoso.

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