Sobre la inteligencia integral

por: la vaca independiente

18 | 05 | 2020

La educación suele, en alguna medida, reconfigurarse para responder a las necesidades de las épocas y sociedades que necesitan de ella. Nuestro presente —imbuido en una globalización que ha puesto al planeta entero en emergencia, uno que enfrenta múltiples retos ecológicos y sociales— necesita urgentemente el desarrollo de habilidades colectivas: pensar juntos, encontrar respuestas entre todos e integrar distintos puntos de vista.

Pero ¿qué necesita la educación en la actualidad?

Nuestros modelos educativos necesitan, de forma apremiante, el desarrollo de inteligencias y métodos integrales. Es decir, una educación de la conciencia para crear un sentido de responsabilidad colectiva y un compromiso (tanto individual como hacia nuestro entorno, nuestras comunidades y nuestro planeta) que considere la dimensión cognitiva, pero también las dimensiones física, afectiva, comunicativa y social. En este sentido, la UNESCO ha planteado en décadas recientes que la educación integral debe atender cuatro clases de aprendizaje: aprender a ser, aprender a conocer, aprender a hacer y aprender a convivir.

Ante esto, los educadores, tutores, padres y demás figuras de la enseñanza tienen en sus manos la hermosa oportunidad y la enorme responsabilidad de preparar a los estudiantes, niños y jóvenes para habitar el mundo de una manera más consciente, generosa, sensible y comprometida.

Los retos de la educación en el siglo XXI debieran, en este sentido, abrevar de lo interdisciplinario, la tecnología, el arte, la creatividad, la sensibilidad y la inteligencia para crecer juntos en comunidad. Esto es aún más urgente ante los retos y particularidades que enfrenta la labor educativa en el contexto actual que el mundo atestigua y que nos ha dejado ver, de maneras tristemente violentas, que en efecto la humanidad es una y debe trabajar en conjunto para evolucionar como especie.

En este punto, es importante hacer una mención especial al arte como vehículo de aprendizaje y construcción de conocimiento, como fuerza unificadora, sensibilizadora y, sin duda alguna, aleccionadora. El arte refina y sensibiliza la conciencia, y es capaz de dar forma a las realidades interiores y exteriores. Esto ha sido estudiado y probado desde hace décadas por diferentes metodologías y expertos en la materia. Una de ellas es el VTC, método que nació en el Museo de Arte Moderno de Nueva York hace varios años y que luego se expandió hacia museos e instituciones del mundo entero. Parte de la experiencia artística para generar no solo conocimiento, sino también capacidades expresivas y emotivas, además de dar espacio al papel de la sensibilidad, el diálogo, la escucha y la expresión creativa en el bienestar integral de una persona. Se trata, también, de uno de los métodos implementados en el Instituto DIA, por ser una invitación a repensar el espacio y las comunidades que habitamos, nuestras interacciones y posibles formas de convivencia.

El Instituto DIA trabaja en la  preparación a educadores, jóvenes y líderes en general, basado en la metodología de mediación dia —Desarrollo de la Inteligencia a través del Arte—, una metodología  en la que La Vaca Independiente ha invertido más de 25 años de investigación, diseño e implementación de programas formativos. 

Un camino para ser y trascender 

La fundadora de La Vaca Independiente, la maestra Claudia Madrazo, recientemente publicó Un camino para ser y trascender. El desarrollo de la inteligencia integral. Un libro que, a través de la mediación dia, propone una visión trascendente y amplia de la educación, con principios éticos y estéticos que nos invitan a reflexionar y a desempeñarnos como actores involucrados en el entorno que vivimos y creamos.   

Con un sustento teórico y metodológico sólido, la autora busca compartir lo que, a través de La Vaca Independiente y el Instituto DIA, se ha investigado, desarrollado y aprendido con relación a cómo estimular y nutrir los procesos de aprendizaje dentro y fuera de las aulas, y cómo fomentar el desarrollo de la inteligencia integral para potenciar los espacios que vivimos, nuestras interacciones humanas, nuestras actividades y nuestras  formas de convivencia, para que así nos conduzcamos en este mundo cambiante como seres inteligentes, sensibles, flexibles y comprometidos. En la situación actual, es imprescindible construir posibilidades y caminos para el desarrollo y el bienestar personal y social.

Compartir en