La abeja melipona y su miel sagrada
Sobre la importancia de la abeja sagrada maya y las bondades de su miel.
Se estima que en el planeta existen aproximadamente 950 mil especies de insectos. De este número, al menos 20 mil son abejas, que son algunos de los polinizadores más importantes del planeta y actualmente se encuentran en grave peligro (aquí una lista de cosas que todos podemos hacer para salvar a las abejas). Algunas especies de abejas son solitarias y profundamente venenosas, otras se organizan en grupos con estructuras sociales muy marcadas y crean espectaculares colmenas que, como una pequeña ciudad, funcionan con reglas claras y papeles específicos. Existen otras abejas que no tienen aguijón y que son uno de los símbolos culturales del mundo maya, la abeja melipona (Meliponas beecheii).
Como polinizadores, las abejas de todas las especies son vitales para nuestros ecosistemas. Estos insectos voladores sostienen la vida tal cual la conocemos. Su relación simbiótica con varias especies de plantas es un eslabón que permite la existencia y crecimiento de una buena parte de los vegetales comestibles que consume el ser humano. Así, estos pequeños (grandes) insectos del género de los himenópteros son parte de una coreografía perfecta de alimento y polinización, una de las obras maestras de la naturaleza.
Respecto a su importancia, es posible afirmar que un tercio de la alimentación de los seres humanos depende de la labor polinizadora de las abejas y de sus ciclos de vida. Según un análisis realizado por expertos de la Fundación UNAM, si las abejas desaparecieran, la mitad de las especies vegetales morirían y a la humanidad solo le quedarían entre tres o cuatro años de vida como especie.
Estos insectos de alas membranosas pertenecen a la familia de los Apidae que reúne a todos los individuos que tienen integrada una canastilla en las patas para transportar el polen de las flores a la colmena. De entre todas las abejas que existen, las pertenecientes a la subfamilia meliponini no tienen aguijón. Estos pequeños insectos nacen en zonas tropicales como en México, Centroamérica, el sur de África, Oceanía e Indonesia.
Por su importancia, es responsabilidad de todos cuidar el universo apícola que existe entre nosotros, en particular si está amenazado, como es el caso de las abejas meliponas endémicas de la Península de Yucatán, una especie sagrada para los mayas que, desde hace años, se encuentra en peligro de extinción por las consecuencias del cambio climático, el uso de pesticidas, el desconocimiento que hay sobre ellas y la falta de apoyo a los apicultores locales.
Nuestras abejas sagradas
Las abejas nativas son parte de la biodiversidad de México. Sus ciclos de vida han sido entendidos y manipulados desde tiempos prehispánicos por los pueblos mesoamericanos. En ese sentido son parte de la riqueza cultural, económica y natural que hay en este país.
Para los mayas, la melipona es una abeja sagrada, cuyo origen precede al nacimiento del hombre y del tiempo. Tienen una energía primordial que hace que tanto su cera como su miel sean distintas a las de otras abejas. Por eso, la forma de tratarlas se ha preservado intacta desde la época prehispánica y a ello se debe que se hayan conservado los conocimientos que hay respecto a ellas y su apicultura. Los mayas crearon un sofisticado sistema de cultivo (equiparable al nacimiento de un ser humano) que se ha transmitido de generación en generación.
Para los mayas la miel de nuestras abejas nativas era un regalo de los dioses y había que venerar cada parte de su proceso natural. Eran tan importantes que se usaban para pagos tributarios y su miel tan especial que, cuando los españoles llegaron, la reconocieron como un tesoro.
La miel que cura todos los males
Los mayas conocían a la abeja melipona como Xunan´Kab, que podría traducirse como “señora abeja”. Aunque esta especie produce poca cantidad de miel comparada con otras especies —pueden tardar ocho meses a un año para generar apenas milímetros de su colmena—, su miel contiene más proteínas que las demás y un sabor particular, además de que tiene propiedades medicinales.
De acuerdo a la medicina maya tradicional, las propiedades curativas de la miel melipona son cuantiosas. Se usa para hacer brebajes curativos que pueden ayudar a tratar padecimientos como las cataratas y otras enfermedades oculares, incluidas infecciones; también se utiliza como digestivo, antigripal y hasta para cicatrizar heridas.
Salvemos a las abejas meliponas
En las últimas décadas, las poblaciones de estas abejas habitantes del sur de de México han decrecido de forma alarmante, y su sobrevivencia, en buena parte, ha dependido de iniciativas locales y voluntarios interesados en la sobrevivencia de las abejas meliponas y el tesoro cultural que suponen.
Un ejemplo maravilloso de esto es una iniciativa es el Meliponario Lol-Bé, cooperativa de la familia Pool Coot que tiene, además, un jardín botánico de plantas medicinales. La Vaca Independiente ha trabajado con este muestrario botánico, a cielo abierto, edificado por los apicultores locales cuyos conocimientos ancestrales ayudan a mantener en perfecta condición el hogar de las abejas, plantas y árboles de la zona.
La idea de este admirable proyecto es, entre otras cosas, “rescatar plantas antiguas que ya se habían perdido, como el kaniste, variación del zapote que ya no se encuentra en la localidad” o el bonete, que es la papaya antigua de Yucatán. Así, La Vaca Independiente, a través de su Iniciativa Baktún, apoya y celebra la protección y difusión del mundo maya y su territorio, a través del desarrollo de proyectos sustentables que permitan a los pueblos regenerar, restaurar y conservar toda la riqueza que hay en su territorio como es el Meliponario Lol-Bé.