La libertad está en el autoconocimiento: lecciones de Frida Kahlo
Quizá, para encontrar la verdadera libertad, sólo es necesario ver hacia adentro.
Cuenta un antiguo mito griego que el dios Apolo dictó a una sacerdotisa de su templo en Delfos 147 máximas. De entre esas lecciones de origen divino, una de ellas aún resuena en el imaginario humano a pesar del paso de los siglos: conócete a ti mismo. Estas palabras serían atribuidas posteriormente a Sócrates, Pitágoras, Heráclito, Tales de Mileto y varios más. Pero en realidad no importa quién las dijo o cuándo, el hecho es que esta sentencia ha sobrevivido milenios por una razón simple: de todo lo que podemos aprehender en este universo que habitamos, conocer nuestro interior es, quizá, una de las lecciones más poderosas que una persona puede recibir y al mismo tiempo darse. También es uno de los actos más valientes que existen.
El universo del arte se encuentra repleto de artistas que hicieron del viaje interior la esencia de su camino creativo (¿qué es el arte sino una manera de compartir nuestro interior con los demás?). “El arte es una forma de reconocerse a uno mismo”, escribió Louise Bourgeois, una de las muchas artistas que hizo de la memoria y de su historia personal, inspiraciones esenciales de su poderoso arte. Otra de esas artistas fue Frida Kahlo.
Durante los últimos diez años de su vida (a partir de sus 36 años), entre 1944 y 1954, Kahlo escribió un diario. Se trata de un periodo complejo en la vida de la entonces reconocida artista, entre otras cosas porque en esa época sus varios padecimientos físicos se agudizaron, e incluso sufrió la amputación de una de sus piernas. Este singular volumen es un diario, pero también es un poemario, un cuaderno de dibujo, de caligrafía, un compendio de símbolos íntimos, un instrumento de catarsis y un depósito donde la artista volcó su interioridad con arrojo, pasión y honestidad.
El diario de Frida Kahlo es portentoso, en primer lugar, porque nos descubre una faceta de Frida desconocida para la mayoría; a pesar de que su pintura incluye un sinfín de autorretratos, la vulnerabilidad, la apertura, el miedo, el enojo, el enamoramiento, la enfermedad y el compromiso de la artista (y la mujer) muestran una contundencia en el diario que no existe en ningún otro documento. Pero, éste es también una ventana al viaje interior de la artista, uno que le llevó la mayor parte de su vida y que la convirtió en el poderoso personaje que fue —ese que ella decidió retratar en su cuaderno íntimo.
Una joya visual y un despliegue de poesía, el diario de Frida es un collage de formatos que, si bien podría parecer caótico, integra en realidad una unidad orgánica y perfecta: las palabras se enciman, los dibujas traspasan el papel y dejan su huella en la siguiente página, las palabras se repiten, riman, brillan y pierden su margen. Absolutamente todo lo que hay ahí atestigua el particular e intenso viaje que Frida Kahlo hizo a su interior, uno que la hizo conocer su más improbables recovecos, que la volvió una artista extraordinaria y una mujer que vivió una inmensa libertad.
El viaje hacia el interior es, tal vez, más arduo que un viaje geográfico. No existe una guía para hacerlo porque cada persona es distinta y, por eso, cada camino es diferente. Pero en el diario de Frida existen algunas señales: la primera y más obvia es la voluntad y disciplina de llevar un diario íntimo durante diez años; pero, por otro lado, el ejercicio de Frida es también una invocación llena de valentía (no siempre es fácil ponerse frente al espejo). Esa disciplina, esa voluntad y esa valentía son invitaciones que Frida dejó en este mundo para que otras personas se adentraran en sí mismas, a través del lenguaje artístico.
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En 1995, El diario de Frida Kahlo. Un íntimo autorretrato fue editado y publicado en forma de facsímil a color por La Vaca Independiente, con una introducción del escritor Carlos Fuentes. Diez años después, en 2017, la editorial republicó el diario bajo el nombre El diario de Frida Kahlo. Una nueva mirada. Esta vez el facsímil incluyó textos de Eduardo Casar y Karen Cordero Reiman. Esta segunda edición fue acompañada por el Cuaderno íntimo inspirado en Frida Kahlo, escrito por Claudia Madrazo: una invitación a la reflexión, a la creatividad y a la renovación personal a través de una serie de ejercicios que son, también, un espacio de encuentro con uno mismo.
Puedes adquirir las dos versiones del Diario de Frida Kahlo, editadas por La Vaca Independiente, en versión impresa y digital, siguiendo esta liga.