Mapeo sistémico de plásticos flexibles de alimentos en México

por: Salvador Ponce Aguilar

23 | 07 | 2024

El 26 de junio de 2024, realizamos un taller enfocado en el entendimiento colectivo de la situación de circularidad y valorización de los plásticos flexibles de alimentos en colaboración con Ecoce. Durante esta actividad, los participantes aprendieron sobre el proceso participativo de cambio sistémico y el equipo de facilitación de La Vaca Independiente abordó los fundamentos de la estrategia sistémica. 

En el taller, se bosquejaron algunas ideas innovadoras y disruptivas para las que aún no estamos listos, pero que funcionan como un horizonte que podría ser factible si todos cooperamos con lo que nos corresponde. Por ejemplo, ¿te imaginas botes de basura con inteligencia artificial o recicladoras de plástico caseras?

Con gran esfuerzo y enfocando los avances tecnológicos y organizativos en esa dirección, en el futuro estas propuestas podrían ser, más que ideas alocadas, realidades cotidianas de un mundo más sustentable.

Pensamiento lineal vs. pensamiento sistémico

Durante el taller, realizamos una exploración y análisis sobre los límites de las comprensiones lineales de los problemas y las ventajas de formular problematizaciones sistémicas de los fenómenos. Para ello, Alejandro Flores, facilitador de La Vaca Independiente, expuso el caso del DDT de Borneo.

En la década de 1950, en Borneo, se usó DDT para combatir la malaria, pero esto llevó a una cadena de eventos imprevistos: muerte de avispas, proliferación de orugas que dañaban los techos y aumento de ratas portadoras de enfermedades. La solución paliativa implementada por la Organización Mundial de la Salud consistió en arrojar gatos en paracaídas para tratar de reequilibrar el ecosistema. Y esto no es una alusión a ningún meme de moda, sino exactamente lo que sucedió. Este caso ilustra cómo las soluciones lineales pueden tener consecuencias inesperadas en sistemas complejos.

De allí la importancia de considerar las interconexiones en los ecosistemas, anticipar efectos secundarios, adoptar un enfoque sistémico y estar abiertos a soluciones no convencionales. Para abordar problemas complejos, es crucial analizar el sistema en su totalidad, buscar soluciones adaptativas, monitorear y ajustar continuamente, y fomentar la colaboración interdisciplinaria.

Tal y como Alejandro explicó durante la sesión, los enfoques desde la complejidad permiten una comprensión más profunda de las dinámicas del sistema y facilitan la identificación de intervenciones más efectivas y sostenibles. Así, aprendimos colaborativamente sobre el proceso participativo de cambio y abordamos los fundamentos de la estrategia sistémica.

Una idea, un camino por recorrer

En el taller, también identificamos temas relevantes y creamos un mapa sistémico colectivo, visualizando las interacciones y dependencias necesarias para lograr un futuro en el que los plásticos flexibles se mantengan en la cadena de valor y no contaminen.

Con esto en mente, los participantes sostuvieron una conversación con el objetivo de entender el sistema actual de plásticos flexibles para alimentos en México, la trascendencia de fomentar el diálogo e interacción entre múltiples sectores, y la identificación de grupos de acción para conseguir una economía circular del plástico flexible en nuestro país.

En México, existe un sistema productivo de alimentos empaquetados o envasados en plásticos flexibles. Este sistema termina cuando el consumidor abre el empaque y dispone de su contenido. Entonces, el plástico se transforma en basura y va a dar a depósitos o se pierde en los ecosistemas y los degrada. Los plásticos flexibles no están incorporados a un sistema de manejo de residuos para ser tratados y reutilizados.

Construir este sistema de circularidad consiste en montar un sistema de manejo de residuos y conectarlo con el sistema de empaquetado de productos. ¿Esto es posible? Los retos son múltiples y no menores —según la opinión autorizada de los especialistas que participaron en el taller—, pero debería ser posible si los involucrados se lo proponen. La factibilidad se logra poco a poco todos los días. Para ello, también es necesario pensar en términos de incentivos y fincar un sentido de responsabilidad a lo largo del proceso: productores, gobierno y consumidores.

Un mapa de avanzada

Como ya comentamos más arriba, a través de la identificación de estos temas, hicimos un mapa sistémico colectivo, visualizando las interacciones y dependencias necesarias para lograr un futuro en el que los plásticos flexibles tengan valor y circularidad. Para lograrlo, es vital que gobierno, empresas, academia, sociedad civil y consumidores se articulen y se sienten ante la mesa de diálogo.

Hoy martes, 23 de julio, seguimos con las sesiones y talleres para caminar hacia adelante en la construcción de la cadena de valor de los plásticos flexibles en México. ¿Qué experiencias has tenido en relación con los plásticos? ¿Qué opinión tienes sobre los sistemas de recolección o separación de basura que hay donde vives?, si es que los hay. Cuéntanos qué ideas concretas o novedosas donde participen los consumidores se te ocurren.

Compartir en