De lo simbólico de las raíces y sus formas
Una serie de hermosas ilustraciones botánicas nos recuerdan todos los significados que una raíz puede tener.
Silencioso y noble, el mundo vegetal es una fuente de inspiración inagotable, lleno de lecciones para nosotros (si estamos dispuestos a escucharlas). Pero no solo eso, sin su presencia, nuestro planeta no existiría como lo conocemos. Como todos los seres que lo habitan, las plantas llevan a cabo una gran variedad de funciones, todas estas vitales e interconectadas con otras especies; además de que llenan nuestro mundo de belleza. Toda planta tiene un origen germinal: semilla que estalla, brota, se expande; y toda planta tiene cimientos, es raíz.
Entendemos a la raíz como la parte de las plantas que existe y se desarrolla —discreta y humilde— bajo la tierra. A pesar de ser casi siempre invisibles, las raíces tienen funciones elementales: anclaje, absorción, acumulación, soporte, transporte, creación y comunicación entre las plantas. En pocas palabras, eso que no vemos es el cimiento de la vida de la planta, y ahí una de las innumerables metáforas a las que una raíz se presta: todos necesitamos las raíces, son eso que nos sostiene y nos conecta con la tierra, lo que nos enraiza.
Así, la raíz tiene otras (muchas) implicaciones simbólicas que aplicamos constantemente a nuestra propia existencia: desde que el hombre es hombre y aprendió a conocer su entorno a través de la observación, notó que el mágico proceso de crecimiento y desarrollo vegetal era ejemplo y guía de nuestra propia vida: una especie de espejo orgánico y existencial.
En el campo del lenguaje, la palabra raíz tiene un sinfín de aplicaciones que bien podrían recordarnos el poder y la flexibilidad de su significado: a veces echamos raíz; otras, cortamos de raíz los problemas, o vamos a la raíz de estos; a veces es necesario recordar nuestras raíces para saber quiénes somos, y un largo etcétera. De hecho, la disciplina que estudia, analiza e investiga el origen de las palabras —la etimología— utiliza el término raíz etimológica para referirse al germen de las palabras.
Pero más allá de cualquier consideración de carácter filosófico, simbólico o metafórico, en su aparente simpleza, las raíces son un despliegue estético singular y funcionan como inspiración para el ser humano de muchas maneras: son redes, universos, venas, laberintos, vida.
La colección de ilustraciones botánicas que mostramos a continuación que describen, con magnífica simpleza, las preciosas formas que las raíces de distintas plantas toman al momento de desarrollarse. Fueron realizadas por el doctor Erwin Lichtenegger —botánico austriaco dedicado a la ecología de las raíces— junto a la doctora Lore Kutschera, ambos autores de un Atlas de Raíces de Europa Central compilado en la década de 1960, que aún funciona como referencia para muchos estudios botánicos actuales.