Cinco iniciativas que contribuyen a preservar la riqueza de México
Algunos proyectos dedicados a proteger el mayor tesoro que tiene nuestro país: sus ecosistemas y los seres que los habitan.
La vida, que brota en todos sus rincones, hace de nuestro planeta un lugar único en el universo. Los seres que lo habitamos vivimos rodeados de ecosistemas distintos y de formas de vida dotadas de una belleza arrobadora. La naturaleza, además, posee una sabiduría implícita que conecta a todos los seres vivos que habitan la Tierra: redes silenciosas de intercambio que advierten que el daño que el hombre ha hecho a su entorno solo puede ser un mal que se hace a sí mismo.
Las cifras a nivel mundial son alarmantes y nuestro país no es una excepción. Para lograr conservar los ecosistemas del planeta y revertir los daños que hasta ahora hemos causado, es necesario un trabajo en conjunto: comunidades, científicos, creadores, humanistas y gobiernos deben trabajar de la mano. La labor es inmensa, ya que demanda atacar varios frentes al mismo tiempo: por un lado, es necesario remediar el daño que se ha causado en los últimos siglos y, por otro, debemos generar proyectos en el presente que nos permitan pensar en un futuro más esperanzador.
Por eso, hoy más que nunca es indispensable poner atención y celebrar a iniciativas que trabajan día con día para subsanar, proteger y conservar los espacios naturales que existen en México y todos los seres que los habitan.
Hablemos sobre la riqueza de México
Después de varios siglos de investigación científica, a finales de los años 80, un grupo de expertos de la ONU se reunió para comparar la información biológica sobre la flora y la fauna que se tenía recolectada en el planeta. Tras el análisis minucioso surgió un interesante patrón, un número muy pequeño de naciones resultó ser el hogar de un alto porcentaje de especies. De hecho, la mayor parte de la riqueza natural se dividía en 17 países que fueron calificados como megadiversos, entre los cuales México ocupa el quinto lugar.
Nuestro país es la casa del 12% de las especies conocidas en la Tierra. Ocupa el segundo lugar en reptiles (804 especies), el tercero en mamíferos (535 especies), el quinto en anfibios (351 especies) y el octavo en aves (1,096 especies).
Pero, por si lo anterior fuera poco, un buen número de nuestras especies de flora y fauna son endémicas; es decir, su ciclo de vida empieza y termina aquí. Un ejemplo maravilloso de esto se puede observar en la familia de las cactáceas: 40% de los cactus y 70% de los magueyes son especies propias de México.
Un poco sobre la conservación
Tras varios años de depredación, el mundo logró al fin tomar cartas en el asunto. En 1992 se realizó por primera vez La Cumbre de la Tierra, una reunión de líderes mundiales en la que se redactó, también por primera vez, un convenio enfocado en la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad.Desde ese momento, gracias a la fundación de la CONABIO, México empezó a incentivar proyectos que estuvieran destinados a la protección de nuestros ecosistemas. El objetivo era sumar ideas y permitir que el conocimiento natural de nuestro país estuviera en manos de todos. Gracias a eso se han generado miles de programas que han podido rescatar animales de la extinción, salvar especies de plantas extrañas, conservar ecosistemas y un largo etcétera.
Por todas esas razones, hemos seleccionado cinco iniciativas de conservación que hoy son parte del cambio desde la acción y la generosidad.
Se trata de una organización sin fines de lucro que desde 1990 se encarga exclusivamente de la conservación de ecosistemas y especies silvestres en México. La asociación, integrada por una multitud de científicos de la UNAM, opera a través de la compra de terrenos en zonas estratégicas para salvar los ecosistemas. Sus proyectos van desde la conservación del lobo gris mexicano, el jaguar de Sonora, hasta el monitoreo permanente de reservas naturales alrededor de nuestro país.
Se trata del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, una organización independiente que desde hace poco más de 28 años se ha dedicado a la defensa de los recursos naturales, a través del uso de conocimientos legales. Su misión es que se cumpla el derecho de todos los mexicanos a tener un ambiente sano. Entre sus logros destacan promover la Ley General de Aguas en 2012; actuar para que México pueda reducir 50% de su emisión de gases en 2050; e instrumentar un programa para salvaguardar los bosques del país, entre muchas otras medidas.
Esta es una asociación civil mexicana que se dedica a recuperar y promover el desarrollo sustentable de las comunidades en el país. Para lograrlo, genera alianzas entre los pueblos, gobiernos e inversión privada para mejorar la convivencia entre el ser humano y la naturaleza.
Desde 2004, Beta ha trabajado en conservar el Parque Nacional Revillagigedo (archipiélago del Océano y última frontera de nuestro país) y cuidar a la ballena gris. También ha sumado esfuerzos con el Fondo Ambiental Pico de Orizaba y ha generado proyectos educativos en la Cuenca Amanalco-Valle de Bravo.
He aquí una iniciativa para aprender y valorar a la gran variedad de aves que habitan nuestro país. La esencia de este proyecto creado por La Vaca Independiente es que, a través de la observación de pájaros, los niños y los jóvenes de distintas comunidades de Yucatán y Jalisco puedan sensibilizarse y aprender sobre estos animales y su gran importancia —no sólo por su papel en los procesos de polinización y el control de plagas, también porque, como en el caso de todos los animales de la Tierra, su extinción sería una pérdida para nuestro mundo.
Desde hace un tiempo, La Fundación Transformación, Arte y Educación y La Vaca Independiente han trabajado para que repensemos nuestra generación cotidiana de desechos. La meta de este proyecto es encontrar una solución compartida al gran problema de la basura. Es así como cada año La Vaca Independiente organiza una serie de acciones para que los niños y jóvenes, en compañía de sus padres o educadores, reflexionen sobre su relación con la contaminación que producimos todos los días; se trata de una invitación a generar menos y reciclar más.