Una selección de meditaciones para artistas

17 | 09 | 2021

Los ejercicios meditativos son perfectos para la sensibilidad y naturaleza de quienes se dedican al arte.

Las mentes creativas tienen características encantadoramente singulares. Pero, como muchas otras personas de naturaleza sensible, enfrentan retos particulares, por ejemplo, dificultad para concentrarse por momentos, el exceso de ansiedad o flujos anímicos de cierta complejidad. No siempre es fácil encontrar canales y formas para expresar y encauzar esa sensibilidad: a fin de cuentas, el quehacer artístico es en sí un arte.

A través del tiempo, los artistas han buscado maneras de superar los bloqueos y otros obstáculos que surgen durante el proceso creativo —otra de las muchas causas de estrés para los artistas. Algunos han encontrado en el contacto con la naturaleza una solución; otros, han recurrido a la espiritualidad, las prácticas esotéricas e incluso las ascéticas; también hay quienes renuncian temporalmente a la posibilidad de crear o se resguardan en la negación.

Afortunadamente, vivimos en una era donde la salud mental es profusamente estudiada por la ciencia —un hermoso ejemplo es la iniciativa Global Intention—, y sus conocimientos en torno a la relación tan íntima que existe entre la salud mental y la física crecen todo el tiempo; hoy existen soluciones más claras y contundentes que permiten a cualquier persona, artistas incluidos, escapar de bloqueos de una forma sana y terapéutica.

Un maravilloso ejemplo de esto es una sencilla herramienta al alcance de todos: la meditación. Se trata de una herramienta ancestral que se ha convertido en una medicina efectiva para regular el estrés, mejorar la concentración y hasta cambiar la perspectiva del espacio, el tiempo y la vida misma. La introspección guiada es una manera de hacer arte desde nuestra naturaleza más pura y secreta.

Pero, además, la meditación ha sido usada por muchos de los artistas más completos que conocemos —desde la visita de los Beatles a un ashram en la India en 1968; la relación que Leonrad Cohen tuvo con la meditación budista; los beneficios que esta práctica dio a la vida y obra de Jack Kerouac; hasta la poderosa influencia que ha tenido la Meditación Trascendental sobre el cineasta David Lynch, por nombrar solo algunos ejemplos. Finalmente, esta práctica antigua ha demostrado ser una respuesta para aquellos que, en ocasiones, tienden a vivir un proceso creativo turbulento.

Meditación para los que se distraen

La meditación es un destino que tiene una multiplicidad de caminos, eso es lo que la hace tan asequible para cualquier persona y, a la vez, tan compleja.

Más allá de ser una tradición antigua, la meditación está viva y vigente, y tiene un sinfín de ventajas para la salud. Dos de sus beneficios más importantes son la atención contemplativa y el conocimiento del ser, herramientas por demás útiles para crear, que además facilitan al artista navegar en la introspección necesaria para realizar una obra de arte.

Además, la ciencia ha demostrado que la meditación es una de las mejores maneras de estimular la concentración. Aprender a enfocar nuestros recursos en una experiencia particular y permitir que todo lo demás desaparezca temporalmente puede ser de gran ayuda para todas aquellas personas que pierden el hilo con facilidad.

Un estudio reciente publicado por la revista Biological Psychiatry, reveló que la meditación requiere de cierta atención abierta que estimula las partes del cerebro donde se procesan la tranquilidad y la concentración. Tras realizarle tomografías a 25 personas que meditaron durante un tiempo considerable, se pudo demostrar que el cerebro de los que participaron en el exprimiendo se desinflamó, lo que les permitió cierta ligereza a la hora de actuar. 

Finalmente, en un plano más espiritual, la meditación y el arte comparten una misma meta: alcanzar un nuevo nivel de conciencia. Dicho eso, es correcto afirmar que no hay nada más estimulante para la creación que sentarse, cerrar los ojos y visitar el presente.

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Por todas las razones anteriores, hemos seleccionado tres meditaciones pensadas para aprender a abrir la mente y estimular la creatividad.

Meditación para artistas: la técnica del dibujo automático

Con la ayuda del famoso pintor Tim Gula, las personas que realicen esta meditación podrán entrar a un nuevo nivel de introspección con la ayuda de un papel y un lápiz. Este ejercicio pretende explorar la mente a través de nuestras capacidades motoras, nuestro sentido de la estética y nuestra capacidad para relajarnos y fluir…

Meditación guiada para la creación

Esta propuesta se debe realizar antes de empezar a pintar, escribir, esculpir o cualquiera que sea el tipo de expresión artística que se escoja. El objetivo de esta práctica es calmar la mente y mantenerla enfocada en lo que queremos lograr en el día. Para hacerla, el único requisito es buscar un lugar tranquilo en el que sepamos que no seremos molestados.

Meditación para sentir

Esta preciosa meditación de 25 minutos (parte de la iniciativa Global Intention) es guiada por el maestro espiritual Kamlesh Patel, también conocido como Daaji. Se trata de un ejercicio para favorecer el sentir por encima del pensar —algo especialmente útil para un artista.

Bonus

Compartimos, finalmente, una charla del director David Lynch, en la que habla sobre el poder de la meditación sobre los procesos creativos y sobre el arte.

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